Nazarenos realizan la Procesión del Silencio

Desde las 8:00 horas de este Viernes Santo, los penitentes, ataviados con su túnica morada y algunos portando su corona de espinas, se dieron cita en la calle Aztecas, de donde minutos después empezaron a salir para recorrer los ocho barrios de Iztapalapa.Mientras se lleva a cabo esta procesión de la 167 Representación de la Pasión de Cristo en Iztapalapa, Francisco Gerardo Serrano, quien escenifica a Jesús, permanece encerrado en el carretón de madera con barrotes que fue instalado en la casa de los ensayos, tras su aprehensión la noche del Jueves Santo.Sin importar edades, condición física y color, los nazarenos caminan con su cruz, algunos son apoyados por sus familiares que van a su lado, en tanto que otros prefieren descansar e ir con paso lento para no desgastarse y estar listos para el Vía crucis del mediodía.Los participantes recorren las calles de 5 de Mayo, Toltecas, Cobos, Comonfort, Ayuntamiento, Hidalgo, Juan Álvarez y Vicente Guerrero, donde darán vuelta para volver a agarrar Juan Álvarez y seguir por Allende, Ayuntamiento y Lerdo.Descalzos y con mucha fe, los penitentes recorren las calles de los barrios San Lucas, Santa Bárbara, San Ignacio, San Pablo, San José, San Pedro, La Asunción y San Miguel, y algunos de ellos ya tienen laceraciones o ampollas por caminar el Jueves Santo, pero "las ganas de participar ayudan" aseguran.Todos los nazarenos, locales y procedentes de otras entidades del país, llegar a la Macroplaza Metropolitana Cuitláhuac a las 12:00 horas para que asistan a la representación de los pasajes bíblicos.Sergio, de cuatro años de edad, es acompañado por sus familiares y carga una pequeña cruz, a decir de su mamá es con el propósito de fomentarle la cultura y la tradición al menor, aunque sólo camina por ratos, pues en otros pide que lo carguen.Las calles de Iztapalapa fueron adornadas desde el Jueves Santo con papel picado morado y blanco para esperar el paso de la procesión y del vía crucis con dirección al Cerro de la Estrella, que este viernes se convierte en el Cerro del Gólgota, donde se encuentra la cruz papal que sirve para la crucifixión de Jesús.

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