Miedo a conducir afecta a 10% de la población en edad productiva

La psiquiatra Liduvina González Herrera dijo que dentro de los trastornos de ansiedad, amaxofobia o miedo a conducir es común en población productiva y no necesariamente obedece a mala experiencia al operar vehículos, sino a un mecanismo de defensa a partir de sentimientos reprimidos

La experta adscrita al Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional de Occidente (CMNO) del IMSS en Jalisco estimó que 60 por ciento de la población padece algún trastorno de ansiedad, de entre los cuales la amaxofobia representa 10 por ciento.Explicó que, como ocurre en los trastornos de ansiedad, se desencadenan a partir de un mal manejo de ésta y llegan a manifestarse mediante fobias o miedos irracionales a objetos, animales, situaciones o acciones, en este caso, a conducir un vehículo.Detalló que el miedo a conducir es una sensación paralizante, produce taquicardias, sudoración y la visualización de accidentes, limita al sujeto en todas sus esferas: personal, familiar, social, laboral y académica.Comentó que la mujer tiende a presentar más este miedo por el peso cultural que lleva consigo, "se traduce en tornarse más dependiente y reprimir sentimientos como forma de auto castigarse, la fobia llega a incapacitar porque le impide realizar actividades, no sólo con relación al trabajo sino cualquier actividad social que requiera movilización".Resaltó la importancia de diferenciar un ataque de pánico de una fobia a conducir, "el primero puede suscitarse en cualquier momento, incluso dormido, mientras que la fobia se presenta como un pensamiento adverso a la hora de situarse frente al volante"."El evento puede durar de uno a 10 minutos sin causa aparente y produce palpitaciones, sudoración, sensación de asfixia y pérdida del sentido, asimismo uno de los síntomas recurrentes es la visualización de accidentes, lo cual paraliza al sujeto".Señaló que para este tipo de fobias, se debe descartar un ataque de pánico o una ansiedad generalizada y se indica un tratamiento con terapia psicológica acompañada de ansiolíticos que han demostrado alta efectividad en dosis bajas durante el día y menores en la noche.Destacó que como medida estratégica de prevención se pueden hacer ejercicios de respiración, incluso portar bolsas de papel que funcionan para hiperventilar y una vez terminado el episodio se debe acudir a consulta para comenzar un tratamiento."Cuando se tiene conocimiento de que existe un mal manejo de la ansiedad se recomienda buscar alternativas para su control, ya que de dejar que la situación progrese se traducirá en fobias limitantes y potencialmente riesgosas para quien las desarrolla", afirmó.


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