Mafalda y su sopofobia cumplen 52 años

Es cierto que hay niños que a su corta edad sorprenden con actitudes y un lenguaje que deja a más de uno con la boca abierta, sin embargo, ninguno es tan famoso y querido como Mafalda, el personaje infantil creado en 1964 por el caricaturista Joaquín Salvador, Quino

Es cierto que hay niños que a su corta edad sorprenden con actitudes y un lenguaje que deja a más de uno con la boca abierta, sin embargo, ninguno es tan famoso y querido como Mafalda, el personaje infantil creado en 1964 por el caricaturista Joaquín Salvador, Quino. Mafalda, quien en la historieta cuenta con seis años, hizo su primera aparición un 29 de septiembre de 1964, con lo cual cumple mañana jueves 52 años de reflexionar sobre la familia, la amistad, el amor, la música, el dinero, la belleza, la política, los medios de comunicación, en fin, sobre la vida misma. No hay que olvidar que los cuestionamientos, la ironía, y el sarcasmo, si bien fueron utilizados en los diálogos de la pequeña argentina, su éxito no es más que un símbolo de la inteligencia y las dudas que aquejan a su autor, quien a modo de caricatura, también compartió aspectos históricos al ubicar a Mafalda en la época de la Guerra Fría, conflicto entre la entonces Unión Soviética y Estados Unidos. La pequeña aficionada a la radio por falta de televisión, gusta de los Beatles, la democracia, los derechos de los niños, la paz y los panqueques, y tiene un odio declarado hacia la sopa, la guerra y James Bond. Compartió su niñez a lado de diversos personajes que reflejan distintos modos de vida y pensamiento, con los cuales muchos pueden identificarse. Por ejemplo está Manolito, amante de los negocios, del dinero y con el sueño de crear una cadena de supermercados. Hizo su aparición en la historieta en 1965. También está la gritona de Susanita, quien ejemplifica el amor maternal, y su deseo por un hermanito representó a esa mujer con el sueño de formar una familia en un futuro. El personaje de Felipe, "el llanero solterón", como lo confunde Susanita, al referirse al Llanero Solitario, odia la escuela como muchos a esa edad y para 1968, Quino considero oportuno regalarle a la historieta y a Mafalda un hermanito, Guille, quien desató aún más la envidia de Susanita por la familia de Mafalda. Libertad, por su parte, se unió en 1970 a la familia de Quino, quien le otorgó un nombre que no por poco coincide con su manera de pensar y actuar; desafortunadamente, también la idea de libertad fue por la que optaron sus padres; ya que la pequeña rubia vive sólo con su mamá. Miguelito, el más pequeño de sus amigos, es fanático del jazz y apareció en la historieta en 1966, durante unas vacaciones que Mafalda paso en la playa. Por supuesto, no se puede dejar de lado en este festejo a los padres de Mafalda, a quienes Quino creó para ilustrar a la familia típica de la época: una madre dedicada a su hogar y amante de cocinar sopa, y un padre trabajador aficionado a las plantas, y de quien los verdaderos fanáticos de la historieta no podrán olvidar su discurso a la hora de hablar del ejército al que perteneció. Escrita por el que al día de hoy es un multipremiado autor, Mafalda es sin duda una historieta inolvidable que gusta a chicos y grandes, que continúa recorriendo el mundo, compartiendo historia y haciéndonos cuestionar con ella sobre la vida misma.


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