La violencia hace estragos en las aseguradoras, que endurecen sus cláusulas

El clima de violencia que se vive en el norte de México también está afectando a las empresas aseguradoras de vehículos, que ante el elevado número de robos con violencia han optado por endurecer sus cláusulas para mantener su rentabilidad, reconocieron hoy diversas fuentes del sector.

Así ocurre en el estado de Tamaulipas, fronterizo con Estados Unidos, donde entre enero y octubre el robo de automóviles subió un 102 por ciento, en su mayoría relacionado con el crimen organizado, según la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS).Una fuente de una aseguradora que pidió el anonimato reconoció a Efe que al aumentar los robos con violencia las cláusulas de estas empresas se endurecen a su favor y en perjuicio de los usuarios."En marzo cuando repuntaron estos robos, los afectados iban a la compañía, hacían el trámite y se les pagaba el costo del coche en muy poco tiempo, pero ahora ya es más tardado y nuestros abogados revisan con lupa las declaraciones de los usuarios", recordó.Explicó que en los primeros meses de este año al propietario "no se le ponían peros" cuando manifestaba que en un punto determinado había sido detenido por un comando armado que le había obligado a entregarles del vehículo."Tenemos muchos casos actualmente que han sido rechazados por nuestros abogados, porque en la declaración sólo dicen que fueron bajados de sus automóviles y aquí en la empresa consideran que como no opuso resistencia o no hubo violencia de por medio estaba consintiendo entregar la unidad", añadió.En Tamaulipas los vehículos más robados son los de cuatro puertas y las áreas más peligrosas se sitúan en la región de San Fernando.Según datos de la Procuraduría General de Justicia estatal publicados en su sitio de internet, en octubre hubo 7,035 denuncias por este delito, mientras que cifras de la Secretaría de Seguridad Pública indican que la delincuencia organizada participa en un 92% de los casos.La situación es similar en la urbe más violenta de México, Ciudad Juárez, fronteriza con El Paso (EE.UU.), donde el robo con violencia de automóviles ha crecido en el primer semestre del año un 123 por ciento respecto al mismo periodo de 2009, con un millar de casos más.Por tal motivo, las aseguradoras han aumentado hasta un 20 por ciento el monto del deducible que deben pagar los clientes.Un responsable de la Asociación Mexicana de Agentes de Seguros y Fianzas explicó que la subida de las pólizas pretende que las empresas cubran los gastos de siniestros por robos de vehículos."A raíz de la violencia han aumentado también los robos y por eso se tomó esta decisión", dijo un agente de seguros en Ciudad Juárez, quien explicó que por cada auto sustraído normalmente su dueño participaría con un 10 por ciento de la cantidad del deducible, sin embargo, ahora ese costo subió hasta el 20 por ciento.No obstante, precisó que ese aumento del porcentaje no aplica para todos los automóviles sino sólo en las marcas y modelos más robados, como ocurre con distintos tipos de camionetas que usan los sicarios para sus ataques.Además, las compañías estadounidenses comenzaron en septiembre a poner límites a sus asegurados. Antes cubrían visitas ilimitadas con una cobertura de hasta 40 kilómetros al sur de la línea fronteriza y ahora solo permiten entre 3 y 5 viajes mensuales a México y controlan su cumplimiento con la ayuda de los agentes fronterizos."Las compañías, explicó a Efe un trabajador estadounidense, decidieron agregar esta cláusula por el número de pérdidas y daños que han sucedido en Ciudad Juárez desde el año pasado".En otro estado del norte de México, Nuevo León, las aseguradoras no contemplan pagar daños producidos en enfrentamientos o atentados generados por la delincuencia organizada.Así lo reconoció un corredor de seguros que prefirió mantener el anonimato y especificó que los siniestros generados en vehículos o viviendas en donde intervienen los delincuentes o las fuerzas de seguridad no están contemplados por las compañías aseguradoras.La zona metropolitana de Monterrey registra en 2010 una ola de violencia por el enfrentamiento entre dos grupos rivales que antes eran aliados -Los Zetas y el Cartel del Golfo- que ha originado decenas de enfrentamientos entre ellos y contra el Ejército, además de unos 40 atentados con explosivos contra cuarteles, centros nocturnos y medios de comunicación.Ante esta situación, el Ayuntamiento aprobó en noviembre un programa para pagar a los afectados por los daños provocados por las balas de los sicarios o del Ejército a vehículos o inmuebles.Para ello se exige a los damnificados que presenten una denuncia ante la Procuraduría General de Justicia del estado o bien ante la Procuraduría General de la República.


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