La historia de Esperanza, una perrita que luchó por su vida tras ser víctima de un ataque armado en las calles de Culiacán, llegó a su fin este 1 de agosto. Tras más de un mes de recibir cuidados médicos intensivos, la perrita rescatada falleció debido a las complicaciones de salud que arrastraba desde su vida en situación de calle.
El lamentable suceso ocurrió el pasado 12 de junio en la colonia Colinas de San Miguel, cuando un tiroteo la alcanzó de manera incidental. Marisela Castaños, representante de la fundación Balto y Togo, expresó que Esperanza “estuvo en la hora y lugar equivocados”, pero que su partida debe ser un llamado a la reflexión sobre el abandono animal.
“El cuerpo de Esperanza ya no resistió. A sus heridas de bala se sumaron problemas renales, hepáticos y las secuelas de vivir en la calle. Pero su historia no debe quedar solo en tristeza, sino en conciencia”, comentó Castaños durante el velorio realizado en la funeraria Patitas con Alas, donde activistas y rescatistas le dieron el último adiós rodeada de flores blancas y rosas.
La vida de Esperanza refleja una problemática creciente: los animales en situación de calle. Durante su rescate, además de las heridas por arma de fuego, Esperanza presentaba signos de deshidratación, golpe de calor y lesiones compatibles con un posible atropellamiento, lo que agravó aún más su estado.
Sus cuidadores señalaron que, a pesar de los esfuerzos, Esperanza perdió la movilidad en sus patas y su estado de salud se fue deteriorando. “Ella luchó hasta el final, pero su cuerpecito no aguantó más”, expresó Castaños.
El caso de Esperanza fue tomado por colectivos animalistas como un emblema de la necesidad urgente de generar empatía hacia los perros y gatos que viven en las calles. “Hoy, en su memoria, pedimos a la sociedad que dignifique la vida de los animales callejeros. Que los alimente, los esterilice, les dé agua. No es suficiente sentir lástima, hay que actuar”, añadió la rescatista.
Actualmente, en México existen más de 29 millones de animales en condición de abandono, una cifra que demanda soluciones desde la raíz: educación y cultura de respeto hacia la vida animal.