Un juez federal dictó auto de formal prisión contra Jorge Antonio Sánchez Ortega, exagente del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), al considerar que existen elementos suficientes para procesarlo por el delito de homicidio calificado en agravio de Luis Donaldo Colosio, asesinado en 1994 durante un mitin en Tijuana. La decisión marca un giro inesperado en un expediente que, tras tres décadas, continúa generando dudas, revisiones y tensiones históricas.
Un giro procesal tras años de negativas
A diferencia de 2023 y 2024, cuando órdenes de aprehensión contra Sánchez Ortega fueron negadas por falta de indicios, ahora el juez Cuarto de Distrito en Materia Penal del Estado de México, Daniel Marcelino Niño Jiménez, determinó que sí existen elementos que presumen su participación en los hechos ocurridos en Lomas Taurinas.
Con esta resolución, el exagente permanecerá recluido en el penal de máxima seguridad del Altiplano, donde enfrentará su proceso.
La determinación se dio la tarde del 15 de noviembre, luego de que el juez analizara los elementos presentados por la Fiscalía General de la República, considerados esta vez suficientes para sostener la acusación.
Las pruebas clave aceptadas por el juez
Entre los elementos que fueron tomados en cuenta se encuentran dos pruebas que la autoridad calificó como relevantes:
La declaración de Leticia Ortiz, compañera de trabajo del autor material Mario Aburto, quien aseguró que Sánchez Ortega visitó al hoy sentenciado varias veces en las semanas previas al ataque.
Una chamarra con rastros de plomo, señalada por peritos como evidencia compatible con la detonación de un arma de fuego.
Estos indicios se suman a un antecedente que ha acompañado al exagente desde 1994: el hecho de haber sido detenido ese mismo día con ropa ensangrentada, aunque entonces resultó positivo únicamente a la prueba de rodizonato de sodio, lo cual no fue considerado concluyente para mantenerlo bajo custodia.
Contexto del caso y situación de Mario Aburto
La sentencia contra Mario Aburto —único autor material reconocido por la justicia mexicana— se mantiene firme. Cumple una pena de 45 años de prisión, la cual concluye en 2039. Sus intentos por obtener beneficios legales han sido desestimados, incluido el amparo revocado en 2024 por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que ordenó reponer procedimientos para escuchar a las víctimas pero mantuvo la pena vigente.
El magnicidio del 23 de marzo de 1994 provocó también la detención de otras figuras, entre ellas Othón Cortés, señalado entonces como posible segundo tirador. Sin embargo, fue absuelto en 1996 al no encontrarse pruebas sólidas en su contra.
Quién es Jorge Antonio Sánchez Ortega
De Sánchez Ortega se conoce relativamente poco más allá de su historial institucional. Nacido en 1961 en El Rosario, Sinaloa, ingresó al Cisen poco antes del asesinato de Colosio. Ha declarado en numerosas ocasiones, siempre sosteniendo su inocencia, aunque sin pruebas suficientes para descartar por completo las sospechas que desde hace 30 años lo rodean.
Un día antes del mitin en Lomas Taurinas, sus superiores le asignaron darle seguimiento al candidato del PRI desde su llegada al aeropuerto. Ese rol operativo, sumado a su cercanía con la ruta y los movimientos del equipo, ha sido uno de los puntos que la FGR vuelve a colocar bajo análisis.
La prueba de rodizonato: pieza polémica
La prueba de rodizonato de sodio —o Harrison Gilroy— detecta elementos como plomo, bario y antimonio en manos u objetos expuestos a detonaciones de armas de fuego. Aunque Sánchez dio positivo en 1994, la ausencia de otros indicios procesales provocó que fuera liberado horas después.
Hoy, con nuevas valoraciones, ese antecedente vuelve a incorporarse al expediente como parte del contexto que deberá analizarse durante su proceso penal.