Ataques armados en Mazatlán dejan un muerto y un herido

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Foto: @RojoTapati78689

El ataque, que comenzó con el secuestro de un hombre en la colonia Libertad, dejó como saldo un fallecido y un taxista herido.

Mazatlán, Sinaloa, vivió una noche de terror el 27 de octubre cuando múltiples balaceras azotaron la ciudad, dejando como saldo al menos una persona fallecida y un herido.

La violencia comenzó cuando la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Sinaloa recibió reportes del secuestro de un hombre en la colonia Libertad.

Los responsables, armados con armas de grueso calibre, se desplazaban en un vehículo mientras privaban de su libertad al sujeto, detonando el pánico en esta área residencial de la ciudad.

El primer incidente fatal se registró en el Fraccionamiento Real del Valle, donde las autoridades encontraron el cuerpo de una persona sin vida en el interior de una camioneta blindada blanca con placas de Puebla.

La identidad de la víctima aún no ha sido revelada, pero el vehículo, impactado por decenas de balas, reflejaba la violencia del ataque. Cerca de esta camioneta, otro automóvil también presentaba daños significativos por impactos de bala, mientras que en la escena fueron hallados un arma de fuego, varios casquillos percutidos, un cargador y un teléfono celular.

Sin embargo, la violencia se extendió más allá del Fraccionamiento Real del Valle, ya que posteriormente se reportaron múltiples balaceras en otras áreas de Mazatlán, como El Venadillo, el Fraccionamiento Real Pacífico y sus alrededores.

El sonido de los disparos resonó en las calles y generó alerta en la comunidad, desatando una serie de llamadas al 911. Además, un taxista resultó herido durante los tiroteos y se trasladó por sus propios medios a una clínica en Mazatlán, donde fue atendido.

Según declaró a las autoridades, se encontraba trabajando en la zona cuando, de repente, se vio en medio del intercambio de disparos y resultó lesionado.

El terror generado por estos incidentes también se extendió a los establecimientos comerciales, donde decenas de ciudadanos buscaron refugio.

En una tienda departamental, ubicada sobre el Libramiento Óscar Pérez Escobosa, clientes y empleados permanecieron atrapados dentro del local mientras afuera se escuchaban las detonaciones.

El personal del supermercado bajó las cortinas metálicas como medida de seguridad para resguardar a quienes se encontraban en el lugar, mientras la balacera continuaba en el exterior.

A raíz de esta jornada violenta, diversas instituciones educativas en Mazatlán, desde el nivel básico hasta el superior, decidieron suspender sus actividades presenciales.

Las escuelas optaron por trasladar las clases a la modalidad virtual para proteger la seguridad de alumnos y docentes, ante el temor de que los tiroteos se prolongaran o se reactivaran en el transcurso del día.


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