UE busca nuevas respuestas a crisis en cumbre extraordinaria en Bruselas

Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) abrieron el domingo en Bruselas una cumbre extraordinaria centrada en la crisis económica, con las diferencias sobre las cuestiones del proteccionismo y la ayuda a los países del Este del bloque como invitadas

La cumbre, que se celebra en la sede del Consejo de la UE en Bruselas, se abrió cerca de las 12H30 GMT bajo presidencia checa y sin la presencia de la canciller alemana Angela Merkel, que tenía previsto llegar una hora más tarde."Es muy importante que en un periodo de dificultades, nuestros ciudadanos comprendan que todos los pasíes de Europa trabajan juntos siguiendo las mismas ínas", dijo el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, justo antes del inicio de la reunión.En una minicumbre previa de nueve países ex comunistas que ingresaron al bloque desde 2004 (Polonia, República Checa, Eslovaquia, Hungría, Rumania, Bulgaria, Lituania, Letonia y Estonia), el primer ministro húngaro Ferenc Gyurcsany pidió un plan de 160.000 a 190.000 millones de euros (entre 200.000 y 240.000 millones de dólares) para evitar una nueva "Cortina de Hierro"."No debemos permitir que una nueva Cortina de Hierro divida a Europa en dos", dijo Gyurcsany cuyo país es uno de los más afectados por la crisis económica junto con Letonia, que se encuentra al borde de la quiebra.Más prudente, el primer ministro checo Mirek Topolanek prefirió hacer un llamamiento a la unidad de todo el bloque."No creo que Europa del Este sea una región especial, no creo que sea necesario separar varios países en el seno de la UE. Apoyaría una ayuda de la UE a todo país (que o necesite), no especialmente a Europa del Este", dijo Topolanek.Para algunos países del Este de Europa, como Hungría y Polonia, una de las respuestas a la crisis es lograr una mayor estabilidad a partir de la aceleración de su integración a la zona euro, que componen actualmente 16 países, entre ellos Eslovquia y Esovenia.Pero el presidente del Eurogrupo (foro de ministros de Finanzas de la zona euro), el primer ministor luxemburgués Jean Claude Juncker, indicó el domingo que "los criterios de adhesión no pueden ser cambiados de la noche a la mañana".La cumbre tiene lugar en momentos en que la recesión se agrava en la UE, con Dinamarca y Finlandia como nuevos miembros del club con crecimiento negativo, según anunciaron el viernes las oficinas de estadísticas de ambos países.El oscuro panorama afecta toda la actividad económica y el sector laboral, ya que el desempleo volvió a subir en enero en la Eurozona y se situó en 8,2%, un récord desde septiembre de 2006, con la pérdida de 256.000 puestos de trabajo en un mes.Esta situación ha llevado a algunos países como Francia y España a tomar medidas especiales para proteger sus industrias, en particular en el sector automotor, provocando acusaciones de proteccionismo de parte de los nuevos socios del Este.Pero la Comisión Europea dio el sábado luz verde, a cambio de "garantías", al plan francés de ayuda al sector automovilístico, que prevé conceder 7.800 millones de euros (10.400 millones de dólares) de ayudas al sector, entre ellos 6.000 millones de préstamos a tasas preferenciales para los constructores franceses Renault y PSA Peugeot Citroën.La comisaria europea de la Competencia, Neelie Kroes, dijo estar "satisfecha con las garantías presentadas por las autoridades francesas sobre la ausencia del carácter proteccionista del plan de ayuda al sector automovilístico".La UE debe aprovechar además la reunión del domingo para estrechar filas de cara a la próxima cumbre del G20 del 2 de abril en Londres, en la que pediría un endurecimiento de la regulación de los mercados, productos y actores financieros.


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