La ciudad de Silopi, ubicada al sureste de Turquía, alcanzó este fin de semana una temperatura récord de 50.5 grados centígrados, la más alta jamás registrada en la historia del país, superando el récord anterior de 49.5 °C establecido en 2023.
El calor extremo ha afectado con severidad a al menos 31 provincias turcas, mientras 132 estaciones meteorológicas reportaron temperaturas anormalmente elevadas para el mes de julio. Las autoridades emitieron alertas por riesgos a la salud, posibilidad de incendios forestales y escasez de agua.
Esta ola de calor sin precedentes ha sido vinculada directamente con el cambio climático, que sigue generando fenómenos meteorológicos extremos en distintas regiones del mundo. Turquía, al igual que varios países de Europa y Asia, enfrenta condiciones cada vez más críticas que ponen en peligro tanto a las personas como al medio ambiente.
Las autoridades instan a la población a evitar la exposición prolongada al sol, mantenerse hidratada y estar atenta a nuevas recomendaciones ante un panorama climático cada vez más incierto.