Revela WikiLeaks que EU consideró a cardenal Rivera `papable` en 2005

El cardenal mexicano Norberto Rivera Carrera formó parte de una lista de candidatos a suceder al Papa Juan Pablo II en el Cónclave de 2005, de acuerdo con documentos diplomáticos de Estados Unidos publicados por el sitio web WikiLeaks

El sitio de internet difundió más de 250 mil cables redactados, en los últimos 44 años, por las embajadas de Estados Unidos en todo el mundo. Algunas decenas de ellos corresponden a temáticas vinculadas con El Vaticano.En una nota del 18 de abril de 2005, fecha en que inició el cónclave, la legación diplomática estadunidense ante El Vaticano envió a Washington una lista de los 16 candidatos más fuertes en la sucesión de Karol Wojtyla, muerto el 2 de abril de ese mismo año.En ese listado se incluyó al arzobispo de la ciudad de México, Norberto Rivera Carrera, sobre quien se destacó su "lucha por la familia".Según los agentes de Estados Unidos que redactaron los perfiles de los "papables", los candidatos con mayores posibilidades eran el italiano Dionigi Tettamanzi, el belga Goodfred Dannels y el colombiano Darío Castrillón Hoyos.La lista estaba dividida en orden alfabético y por áreas geográficas (italianos, otros europeos, latinoamericanos, africanos y asiáticos).La ficha de cada personaje incluyó datos generales y detalles sobre su carrera eclesiástica.Sobre el alemán Joseph Ratzinger, finalmente elegido, se apuntó que "en los últimos meses de la II Guerra Mundial fue llamado como auxiliar en una batería antiaérea" y que "fue el responsable de la inserción de las raíces cristianas en la Constitución de la Unión Europea".En los documentos difundidos por WikiLeaks quedó en evidencia que la diplomacia estadunidense no creyó en la fuerza de Ratzinger en el cónclave de quien, dijo, "en los primeros escrutinios logrará varios votos pero es improbable que obtenga el apoyo (suficiente)".La incredulidad respecto del consenso en torno al entonces prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos quedó plasmada en un reporte de siete páginas del 14 de abril de 2005, clasificado como "sensible" y titulado "la elección del nuevo Papa".El mismo, que llegó hasta el escritorio de la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, consideró que el primer elemento condicionante de los cardenales a la hora de elegir sería la edad, ya que los purpurados "buscarán alguno no demasiado joven ni demasiado viejo, porque no quieren tener otro funeral".Más adelante el informe otorgó gran importancia al "origen geográfico" del posible futuro pontífice, ya que "tras un polaco es previsible que no llegue un cardenal de Europa del Este".Agregó que tampoco "será uno de los 11 estadunidenses por ser ciudadanos de la última superpotencia" ni "será un francés porque muchos recuerdan que los Papas del siglo XIV fueron sospechosos de ser influenciados por la monarquía francesa".Ante esa situación, llegó a la conclusión de que "un candidato de América Central o del Sur" podría haber gozado de una "considerable ventaja", sobre todo por "el notable número de católicos" de esa región.Inmediatamente después de la elección de Benedicto XVI la embajada estadunidense ante El Vaticano explicó sus previsiones erradas alegando que la elección de Ratzinger fue una "sorpresa".En un cable fechado el 19 de abril de 2005 la representación diplomática se justificó con la siguiente frase: "no obstante las especulaciones de los medios (de comunicación) sobre el apoyo a Ratzinger de parte de varios cardenales, su elección sorprendió a muchos".


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