A una mujer se le negó un trasplante de hígado muy necesario mientras estaba en soporte vital debido a que incumplió una política del hospital.
Amanda Huska es una alcohólica de 36 años que recientemente recayó mientras estaba en lista de espera para un trasplante.
La mujer canadiense ha estado recibiendo soporte vital durante tres meses mientras espera el órgano, pero recientemente el hospital se lo negó después de que los médicos descubrieron que había consumido alcohol antes de ser ingresada en la sala.
Aunque aceptó ingresar en un programa de adicciones, a su familia le han dicho que solo le quedan unas semanas de vida.
Su pareja, Nathan Allen, está dispuesto a darle una parte de su hígado para un trasplante parcial después de confirmar que su tipo de sangre es compatible.
Pero la Red Universitaria de Salud de Ontario, Canadá, rechazó la solicitud.
Allen dijo: "Esta fue una llamada de atención para ella, quería aprovechar todas las ventajas y oportunidades para asegurarse de poder recibir este trasplante y cambiar su vida".
El hospital se negó porque Huska mostró una "abstinencia mínima fuera del hospital" y recayó en el consumo de alcohol.
Ahora, Allen quiere llevar a su pareja a Europa para intentar proporcionarle un hígado nuevo. Sin embargo, teme que a ella no le quede suficiente tiempo.
La pareja de la mujer explicó que el tratamiento podría costar 300,000 dólares, pero la semana pasada les dijeron que le quedaban un par de semanas de vida, tal vez un mes si tenía mucha suerte.