Murió el papa que la iglesia halló 'en el fin del mundo'

Francisco, el papa de los pobres, falleció este lunes en su residencia de la Casa Santa Marta, causando un gran pesar y estupor entre los fieles
Tras dos días de Cónclave y cinco rondas de votación del Colegio Cardenalicio, la incertidumbre terminó aquella noche del 13 de marzo de 2013, los ojos del mundo puestos en el balcón de la Basílica de San Pedro fueron testigos de un hecho histórico, la elección del primer papa latinoamericano, el cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires, quien a partir de ese momento sería conocido como Francisco.
El sucesor de San Pedro número 266 se dirigió a la multitud reunida en la plaza del Vaticano: “El deber del Cónclave era dar un obispo a Roma; parece que mis hermanos Cardenales han ido a buscarlo casi al fin del mundo”.
Posteriormente realizó una oración por su antecesor el entonces papa emérito Benedicto XVI, e impartió su primera bendición como obispo de Roma.
Nacido en la capital argentina el 17 de diciembre de 1936, Jorge Mario fue hijo de inmigrantes piamonteses: su padre, Mario, era contador, empleado en ferrocarril, mientras que su madre, Regina Sivori, se ocupaba de la casa y de la educación de los cinco hijos.
En su juventud se desempeñó como técnico químico, posteriormente eligió el camino del sacerdocio ingresando en el seminario diocesano de Villa Devoto.
En marzo de 1958 pasó al noviciado de la Compañía de Jesús. Completó los estudios de humanidades en Chile y en 1963, al regresar a Argentina, se licenció en filosofía en el Colegio San José, de San Miguel.
El 13 de diciembre de 1969 recibió la ordenación sacerdotal de manos del arzobispo Ramón José Castellano. Prosiguió la formación en la Compañía de 1970 a 1971 en Alcalá de Henares (España), y el 22 de abril de 1973 emitió la profesión perpetua.
De nuevo en Argentina, fue maestro de novicios en Villa Barilari en San Miguel, profesor en la facultad de teología, consultor de la provincia de la Compañía de Jesús. En julio de 1973 fue elegido provincial de los jesuitas de Argentina, tarea que desempeñó durante seis años.
Después reanudó el trabajo en el campo universitario y entre 1980 y 1986 es de nuevo rector del colegio de San José, además de párroco en San Miguel.
En marzo de 1986 se traslada a Alemania para ultimar la tesis doctoral; posteriormente los superiores le envían al colegio del Salvador en Buenos Aires y después a la iglesia de la Compañía de la ciudad de Córdoba, como director espiritual y confesor.
El 20 de mayo de 1992 Juan Pablo II, lo designa obispo auxiliar de Buenos Aires.
El 27 de junio recibe en la catedral la ordenación episcopal de manos del Cardenal Antonio Quarracino. Cinco años después fue promovido como arzobispo coadjutor de Buenos Aires.
Antes de nueve meses, a la muerte del cardenal Quarracino, quedó al frente de la iglesia primada de Argentina el 28 de febrero de 1998. Fue creado cardenal por Juan Pablo II en el Consistorio del 21 de febrero de 2001.
El solemne inicio del Ministerio Petrino del obispo de Roma, tuvo lugar el 19 de marzo de 2013, Solemnidad de San José.
A la ceremonia acudieron delegaciones oficiales de 132 países del mundo.
Durante la misa le fue colocado el palio y entregado en anillo del pescador.
Durante la homilía mencionó: “Imploro la intercesión de la Virgen María, de san José, de los Apóstoles san Pedro y san Pablo, de san Francisco, para que el Espíritu Santo acompañe mi ministerio, y a todos vosotros os digo, rezad por mí”.
SU PASO POR MÉXICO
A punto de iniciar su tercer año de pontificado, del 12 al 17 de febrero de 20216, Francisco visitó nuestro país, durante seis días el Vicario de Cristo estuvo en la Ciudad de México, Ecatepec, Estado de México, Morelia, Michoacán y las fronteras, en el sur San Cristóbal de las Casas, Chiapas y en el norte Ciudad Juárez Chihuahua.
Francisco llegó al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México el viernes 12 de febrero a las 19:15 horas, fue recibido por el entonces Presidente de la república Enrique Peña Nieto, el nuncio apostólico en México Christoph Pierre y el arzobispo primado de México Norberto Rivera.
El sábado 13, se llevó a cabo una ceremonia de bienvenida oficial en el Palacio Nacional en su carácter de jefe de Estado.
Posteriormente en la catedral capitalina, sostuvo un encuentro con los obispos de México en dónde realizó llamados enérgicos al episcopado ahí reunido.
“Sean obispos de mirada limpia, de alma transparente, de rostro luminoso, no le tengan miedo a la transparencia; la iglesia no necesita de la oscuridad para trabajar, vigilen para que sus miradas no se cubran de las penumbras de la niebla de la mundanidad, no de se dejen corromper por el materialismo trivial, ni por las ilusiones seductoras de los acuerdos debajo de la mesa”, mencionó.
Por la tarde cómo un peregrino más visitó en el Tepeyac la Basílica de Guadalupe, en donde celebró la Eucaristía.
Sin duda uno de los momentos más recordados y emotivos sucedió al término de la misa, el papa ingresó al camarín en donde se resguarda el Sagrado Original, ahí permaneció en oración durante varios minutos ante el ayate de Santa María de Guadalupe.
El domingo 14 de febrero, tuvo lugar el evento más multitudinario, el Papa visitó Ecatepec en dónde celebró una misa en el predio conocido como “El Caracol”, por la tarde visitó el Hospital Infantil de México Federico Gómez.
Por la mañana del lunes 15 de febrero, Francisco abordó un vuelo que lo trasladó a Chiapas, y posteriormente en helicóptero arribó a San Cristóbal de las Casas, en dónde tuvo un encuentro con el mundo indígena y celebró la misa.
Al finalizar visitó la Catedral de San Cristóbal y oró ante la tumba del obispo Samuel Ruiz.
Esa tarde en Tuxtla Gutiérrez, se reunió con las familias.
Al día siguiente en Michoacán se reunió en el Estadio Venustiano Carranza con sacerdotes, religiosas, religiosos y seminaristas.
Por la tarde en el Estadio José María Morelos y Pavón tuvo un encuentro con alrededor de 50 mil jóvenes a quienes exhortó a “no dejar de soñar”.
Finalmente, el 17 de febrero, último día en México viajó al norte, visitó Ciudad Juárez, Chihuahua, ahí visitó a los internos del Centro de Readaptación Social número 3, sostuvo un encuentro con el mundo del trabajo y concluyó la jornada con una misa multitudinaria en “El Punto” a pocos metros de la frontera con Estados Unidos.
Posteriormente en el aeropuerto de Ciudad Juárez se realizó una ceremonia oficial de despedida; el papa Francisco partió de regreso a Roma.
Con información de José Armando González
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