Muere influencer tras recibir anestesia general para tatuarse

Conmoción en Brasil por la muerte del influencer y empresario Ricardo Godoi, tras sentirse mal mientras se hacía un tatuaje, procedimiento para el que fue sometido a anestesia general.

La muerte del influencer de autos de lujo, de 46 años, ocurrió el lunes 20 de enero en un hospital privado de Itapema, en la costa norte de Santa Catarina.

De acuerdo con su esposa, el procedimiento fue una alianza, una conducta común entre prestadores de servicios que quieren dar a conocer su trabajo e influencers como Ricardo.

La viuda cuenta que, el día del procedimiento, le pidió que no se lo hiciera, pues ya se había hecho otros tatuajes sin necesidad de anestesia.

"Ya hemos aguantado muchos tatuajes sin dolor, ¿por qué hacer algo así? ¿Estás seguro de que es realmente gratis? ¿No tiene precio? Él respondió 'ah, pero me lo voy a hacer porque este tatuaje es para Dios'. Me voy a hacer el ángel Gabriel en la espalda'", dijo la mujer en una entrevista.

La viuda de Godoi, Rafaela Gastaldi, dijo que ya había escuchado a su marido recibir amenazas por teléfono.

También afirmó que está recibiendo "mensajes extraños" y cree que, además de negligencias, tiene otras sospechas sobre la muerte de su marido.

En el certificado de defunción, las causas de muerte son paro respiratorio y cardíaco por el uso de esteroides anabólicos. Al hablar con la familia de Ricardo, le informaron que hacía cinco meses que no usaba esteroides anabólicos y, por lo tanto, sería elegible para el tatuaje.

La Policía Civil abrió una investigación para investigar las circunstancias de la muerte de Ricardo Godói.

Estudio lamenta muerte de influencer

El estudio responsable del tatuaje de Ricardo también se pronunció lamentando lo sucedido y diciendo que el influencer había firmado un formulario de consentimiento para realizar el procedimiento. 

"En primer lugar, el Estudio de Tatuajes lamenta profundamente el fallecimiento de Ricardo, quien además de cliente, era un gran amigo del dueño del Estudio.

Aclaramos que Ricardo realizaría un cierre de espalda con nosotros mediante anestesia general, sedación e intubación. Para ello contratamos un hospital privado con todo el personal, equipo y medicamentos anestésicos necesarios para la seguridad del procedimiento.

También contratamos a un médico con especialización en anestesiología y experiencia en intubación, quien tenía su documentación aprobada por el hospital. Previamente se solicitaron análisis de sangre, los cuales no indicaron ningún riesgo explícito para la realización del procedimiento.

Ricardo firmó el formulario de consentimiento de riesgo para el procedimiento. Lo que pasó es que al inicio de la sedación e intubación tuvo un paro cardiorrespiratorio, que ocurrió incluso antes de que comenzaran a tatuarlo, lo cual fue revisado rápidamente y llamaron a un cardiólogo para tratar de reanimarlo, lamentablemente sin éxito", se lee.

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