Durante el fin de semana, miles de personas quedaron varadas en el desierto de Nevada, Estados Unidos, debido a fuertes lluvias mientras asistían al festival Burning Man.
Los organizadores del evento comunicaron en redes sociales que los accesos a la zona estaban cerrados y solicitaron a los asistentes conservar agua y comida.
La arena se convirtió en barro que llegaba a los tobillos, y algunos intentaron atravesarla en bicicleta, quedando atrapados.
El servicio meteorológico estadounidense advirtió sobre la continuación de las lluvias y tormentas durante el sábado y el domingo.
El festival Burning Man se celebra anualmente en un lago seco del desierto de Nevada, donde se construye una ciudad temporal a la que se accede a través de una autopista de dos carriles.
Durante el evento, los participantes disfrutan de actividades artísticas y comunitarias y se rigen por principios como la responsabilidad civil, la expresión radical y no dejar rastros, sin permitir el uso de dinero, aunque las entradas tienen un costo significativo.