En una operación extremadamente rara, médicos de un hospital en Jerusalén lograron con éxito unir la cabeza de un niño "decapitado" tras ser atropellado.
Fue el pasado mes de junio cuando Suleiman Hassan, un niño palestino de 12 años de Cisjordania, paseaba en su bicicleta y un auto lo atropelló.
El menor fue trasladado de emergencia en avión a la unidad de trauma del Centro Médico Hadassah, los médicos quedaron sorprendidos de la lesión que sufrió el menor: su cabeza estaba "casi completamente separada de la base de su cuello".
Es decir, que los ligamentos que sujetaban la base posterior de su cráneo estaban severamente dañados, dejándolo separado de las vértebras superiores de su columna. La afección, luxación de la articulación atlantooccipital bilateral, se conoce comúnmente como decapitación interna u ortopédica.
Hassan tenía una tasa de supervivencia del 50% ya que es una lesión muy rara en adultos, y más aún en niños.
"Luchamos por la vida del niño", dijo el Dr. Ohad Einav, el especialista ortopédico que operó al paciente junto con el Dr. Ziv Asa y un gran equipo de quirófano y cuidados intensivos. La cirugía se llevó a cabo a principios de junio.
Después de pasar varias horas en el quirófano en donde los médicos usaron nuevas placas y fijaciones en el área dañada, lograron unir la cabeza a la columna vertebral del menor, el 'milagro' ocurrió gracias al conocimiento y la tecnología más innovadora en el quirófano”, dijo Einav.
Hassan fue dado de alta recientemente a casa con una férula cervical y el personal de Hadassah continuará monitoreándolo cuidadosamente.
“El hecho de que un niño así no tenga déficits neurológicos o disfunción sensorial o motora, y que esté funcionando normalmente y caminando sin ayuda después de un proceso tan largo, no es poca cosa”, dijo Einav.
El hospital informó que el padre de Hassan no se alejó de su cama durante su recuperación de la cirugía.
"Les agradeceré toda mi vida por salvar a mi querido único hijo. Dios bendiga a todos. Gracias a ustedes recuperó la vida incluso cuando las probabilidades eran bajas y el peligro era evidente", dijo el padre al personal médico.