Garantiza alcalde de Río seguridad del Papa

Eduardo Paes, alcalde de Río de Janeiro, garantizó la seguridad del Papa Francisco en su visita a la ciudad con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud, donde 300 mil personas participarán en el evento

El alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, descartó cualquier conflicto durante las manifestaciones convocadas por algunos grupos en coincidencia con la visita que el papa Francisco inicia hoy a Brasil, y afirmó que el pontífice está "totalmente seguro" en la ciudad. "El papa es un líder religioso mundial y una figura muy apreciada no sólo por los católicos sino también por quienes profesan otras religiones, por eso no tememos que surjan conflictos", aseguró el alcalde este lunes en una rueda de prensa. Paes señaló que el propio papa, por su sencillez y por ser una persona que se sale de la agenda oficial para poder acercarse a las personas y conversar, sabrá ganarse el respeto de quienes se manifiesten por cualquier motivo. "Por su simplicidad y por su informalidad va a ganarse la ciudad. Río de Janeiro tendrá la cara del papa una semana", declaró. "Sabemos que al papa le gusta quebrar las reglas y eso es motivo de orgullo para Río de Janeiro. El Santo Padre podrá llegar cerca al pueblo, dialogar y hacer lo que desee durante su estadía en la ciudad. Estamos preparados y lisonjeados por su visita", dijo Paes. Igualmente, aseguró que las autoridades no tienen ningún temor sobre la seguridad del pontífice en Río de Janeiro, ciudad en la que Francisco participará de la Jornada Mundial de la Juventud desde mañana hasta el próximo domingo. "El papa sabe que la ciudad va a acogerlo muy bien. Las manifestaciones son cosas normales, nadie teme por eso", afirmó. El pontífice "tendrá toda la libertad del mundo para andar por la ciudad y conversar con la población", agregó, al descartar que los responsables por la seguridad puedan restringirle cualquier deseo. Paes también descartó que algunos peregrinos hubiesen desistido de visitar Río de Janeiro por las protestas por mejores servicios públicos que sacudieron a Brasil en junio pasado y que en algunos casos terminaron en conflictos violentos con la policía. Tales manifestaciones llegaron a movilizar a más de un millón de personas en un centenar de ciudades. "Por los datos que tenemos hay muchos más peregrinos que los que esperábamos. Creo que todos entendieron los motivos de las manifestaciones y sus contingencias", dijo. Las autoridades calculan que Río recibirá esta semana cerca de 800, 000 visitantes extranjeros y brasileños para la Jornada Mundial de la Juventud, de los cuales 300, 000 peregrinos oficialmente inscritos para el evento. Varios grupos articulados por las redes sociales han convocado manifestaciones durante la visita del papa, incluidas varias que tendrán lugar hoy, a su llegada a la ciudad, para protestar por los gastos públicos en la organización del evento. También está prevista una protesta de una organización de defensa de los derechos de los homosexuales y la llamada "Marcha de las Vagabundas", que forma parte de un movimiento que se extendió por todo el mundo a partir de una manifestación en Toronto (Canadá) en 2011, y que en Río está prevista para el sábado en Copacabana. Bajo el lema "Papa, mire cómo somos tratados" hay otra movilización convocada para el viernes en una estación de metro en Copacabana, poco antes el Vía Crucis presidido por el papa que se espera que reúna a 1.5 millones de personas en esa playa.


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