Un tribunal de justicia de Australia dictaminó un veredicto condenando a 15 años de prisión a la exdirectora ultraortodoxa de una escuela judía, Malka Leifer, por abuso sexual contra dos adolescentes durante los años 2004 y 2007.
El juez del tribunal de la región de Victoria, Mark Gamble, dijo durante la lectura de la sentencia que Leifer que no mostró “remordimiento ni contrición” con respecto a los “persistentes” abusos que cometió contra Dassi Erlich y Elly Sapper, quienes eran menores de edad cuando se cometieron dichos abusos. Gamble describió estos actos como una búsqueda de “su propia gratificación sexual”.
Leifer, de 56 años, contaba con una posición de liderazgo en la comunidad ultraortodoxa, lo que le proporcionó la autoridad para explotar a estas dos jóvenes vulnerables que provenían de una familia ultraconservadora.
El magistrado caracterizó la conducta de Leifer como “depredadora” y que implicaba “la explotación y manipulación de dos víctimas muy vulnerables sobre las que tenía un control absoluto”.
La condena se produce después de que, en abril de este año, el tribunal declarara culpable a Leifer de 18 cargos de abuso sexual cometidos entre 2003 y 2007, que incluyeron cinco cargos por violación y agresión indecente. Sin embargo, el jurado la declaró no culpable de nueve cargos, incluyendo todos los relacionados con otra adolescente que también asistía a la escuela Adass Israel en Melbourne, la cual dirigía Leifer.
Elly Sapper, presente durante la audiencia de condena, expresó su gratitud por la decisión del tribunal australiano, que “reconoció y validó” el “impacto extremo” que los abusos sexuales perpetrados por mujeres tienen en las víctimas. Sapper declaró a los medios que la sentencia de 15 años “reconoce el daño y el dolor que Malka Leifer nos hizo sufrir a cada una de nosotras durante tantos años”.
Por su parte, Dassi Erlich afirmó que la decisión de hoy “marca el final de este capítulo de nuestras vidas y abre el capítulo para nuestra recuperación”. Además, envió un mensaje de solidaridad a otros sobrevivientes de abusos sexuales, diciendo: “A todos los demás supervivientes de esta pesadilla: nunca están solos, estamos con ustedes”.
La lucha por llevar a Leifer ante la justicia ha sido una batalla larga y ardua. La exdirectora comenzó a trabajar en la escuela en 2001 y huyó a Israel en 2008, cuando las primeras denuncias de abuso se dieron a conocer. Australia emitió una orden de detención internacional en 2012 y solicitó su extradición desde Israel en 2014, donde inicialmente fue puesta bajo arresto domiciliario. Sin embargo, en 2016, un psiquiatra judicial determinó que no estaba en condiciones de ser sometida a juicio debido a problemas mentales.
A pesar de este diagnóstico, investigadores privados demostraron un año después que Leifer llevaba una vida normal en Jerusalén y otro panel psiquiátrico dictaminó que había simulado su enfermedad mental. Esto revivió la larga batalla para extraditarla a Australia, que finalmente se concretó en enero de 2021, culminando hoy en su condena a 15 años de prisión por sus terribles actos.