Dirigencia agraria argentina espera inicio de negociaciones con el Gobierno

Organizaciones empresarias del campo de Argentina aguardaban el sábado una convocatoria a negociaciones con el gobierno de Cristina Kirchner, con el que sostienen un largo conflicto por la política impositiva, agudizado en los últimos meses por una devastadora sequía

Las condiciones propicias para el nuevo diálogo se alcanzaron el jueves cuando la Mesa de Enlace, en la que coordinan su acción las cuatro patronales agropecuarias nacionales, dejó en suspenso medidas de protesta inminentes."Recibimos la noticia con satisfacción y tranquilidad", dijo entonces el jefe de gabinete, Sergio Massa. "Es una decisión sana y responsable que abre un marco distinto en un contexto internacional que nos pone en la obligación de trabajar juntos".Eduardo Buzzi, presidente de la Federación Agraria Argentina, una de las entidades miembro de la Mesa, afirmó que el tema clave serán las retenciones, derechos de exportación que el Gobierno impone a la soja y otros productos para recaudar, amortiguar precios internos y manejar el perfil productivo."En el tema retenciones debe haber algún tipo de avance para poder continuar el diálogo", dijo Buzzi. "En esto se le va la vida a miles de productores. En algún punto, el tema retenciones es negociable. De alguna manera debe ser abordado y resuelto. Es inevitable".Ricardo Buryaile, vicepresidente de las Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), también de la Mesa, dijo que "hay sectores a los que les fue mucho mejor que al campo; el Gobierno no puede, porque necesita plata, expoliar los recursos de un sector; la presidenta tiene que poner esas cosas en la balanza".Las organizaciones agropecuarias quieren que el gobierno suspenda o reduzca este impuesto, en especial para la soja, principal producto de exportación de Argentina, que tributa 35%.La millonaria renta por la soja fue clave en el prolongado conflicto agrario que se inició en marzo de 2008, cuando el gobierno impulsó un esquema de tributos móviles a las exportaciones de granos, que terminó sepultado por una votación del Parlamento, y generó un fuerte desgaste en la imagen presidencial.El ministro Randazzo dijo el viernes que suspender las retenciones por 180 días, como solicitó el gobernador de la provincia de Santa Fe, Hermes Binner, "significaría un costo fiscal de 15.700 millones de pesos" (4.473 millones de dólares) y desestimó que se ponga en práctica.No obstante, el jefe de los diputados oficialistas, Agustín Rossi, vaticinó este sábado que "esto (la negociación) va a terminar en buen puerto"."Estamos en un momento en que por la crisis internacional y por las mismas cosas que pasan en nuestro país (la sequía), me parece que ningún argentino quiere volver a un escenario de confrontación", sostuvo el legislador.Argentina, uno de los principales proveedores mundiales de alimentos, es líder mundial en exportaciones de harinas y aceites de soja, y tercero en ventas externas del grano de la leguminosa, cuya siembra ocupa más de 50% del área plantada en el país.


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