Ciudad colombiana de Medellín vive vía crucis por rebrote de la violencia

La ciudad colombiana de Medellín vivió un vía crucis durante la Semana Santa cristiana, con un rebrote de violencia que dejó 31 muertos, según autoridades, y que llevó al gobierno a ordenar al Ejército que patrulle las comunas altas de la urbe

Las muertes han sido atribuidas a choques por el control de la "Oficina de Enviagado" una red de bandas de sicarios al servicio de narcotraficantes.Unos 6.800 policías y 500 militares mantienen los operativos de control, apoyados por helicópteros que sobrevuelan las partes altas de las montañas en las que se levantan las barriadas 12 de Octubre, Manrique y Robledo, donde se registraron los choques al comenzar la Semana Santa.Un balance de la Policía local contabiliza 31 muertes violentas desde el comienzo de esta semana en la ciudad de 2 millones de habitantes."Los últimos días han sido relativamente tranquilos, sólo se registró la captura de cinco miembros de la banda el chispero", señaló telefónicamente a la AFP un responsable de prensa del comando de la Policía de Medellín.Entre los cinco capturados hay dos menores de edad, de 13 y 15 años, a quienes se les incautaron tres pistolas, un revólver y abundante munición.El general Dagoberto García, comandante de la Policía metropolitana de Medellín, encabeza los operativos de control desde las montañas que rodean a la segunda ciudad colombiana.Este rebrote de violencia amenaza con echar al traste con los logros que Medellín había alcanzado en los últimos años y que le permitieron superar el estigma de violencia con que había sido marcada durante los años noventa por la presencia del cartel cocaínero liderado por Pablo Escobar (abatido en 1993).Tras un ambicioso plan de renovación urbana, extensión educativa e inversión social, Medellín había consiguido bajar los homicidios a 1.043 el año pasado, frente a 6.500 en 1990.Las autoridades locales creen que la oleada de asesinatos que vive la ciudad se desató por el choque de facciones que se disputan el control de la Oficina de Envigado, tras la captura la semana pasada de uno de sus jefes Fabio Gómez ("Riñón").Gómez, a quien las autoridades acusan de un centenar de asesinatos, tenía bajo su control a un centenar de "combos" grupos de entre 10 y 15 jóvenes que realizan tareas para organizaciones de narcotraficantes, entre otras las llamadas labores de "gatilleo" (asesinatos) y protección de alijos de droga.El observatorio de la violencia de la ONG Instituto Popular de Capacitación, advirtió en un informe reciente sobre la reactivación del poder de las bandas criminales vinculadas al narcotráfico en la ciudad.Según ese informe, esas bandas no quieren "copar sólo la ciudad, sino el (vecino) Valle de Aburrá y las rutas del narcotráfico que conducen al golfo de Morrosquillo (sobre el Caribe, norte), puerto de embarque de la cocaína" que se produce en la región.


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