Celebran mexicanos a Guadalupana en Roma

Mexicanos residentes en Roma, obispos, sacerdotes y monjas celebraron hoy a la Virgen de Guadalupe con una misa, una procesión por las calles de la ciudad y un festival que incluyó bailes típicos latinoamericanos

La fiesta comenzó con una misa celebrada por el arzobispo de México, cardenal Norberto Rivera Carrera, en la parroquia de Nuestra Señora de Coromoto y que fue convocada por la residencia de clérigos Pontificio Colegio Mexicano. Participaron en la celebración el arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa; sus obispos auxiliares Eugenio Lira Rugarcía y Dagoberto Sosa, así como el prelado de Tehuacán, Rodrigo Aguilar. Durante el sermón Rivera Carrera se refirió a la tradición de las apariciones de la Guadalupana, que tuvieron lugar hace exactamente 480 años, y destacó que la madre de Cristo irrumpió en las tierras mexicanas como una "doncella presurosa". "Ella se manifestó a un pueblo atormentado por la depresión, convencido que sus dioses, por los cuales tanta sangre habían derramado, los habían abandonado", dijo. "También apareció para un pueblo que mientras conquistaba, se destruía a sí mismo, el español. Se trataba de dos pueblos religiosos en extremo, dos visiones del mundo tan distantes pero, al mismo tiempo, tan semejantes", agregó. Más adelante se rezó en diversas lenguas indígenas: en totzil por las autoridades civiles, en rarámuri por los pueblos originarios, en maya por quienes sufren y en purépecha por la conversión de los pecadores. Al finalizar la celebración cientos de personas llevaron una imagen de la Virgen de Guadalupe de tamaño natural en una procesión que estuvo encabezada por un grupo de danzantes "matachines" y en la cual participó el cardenal Rivera Carrera. La multitud se dirigió hasta la sede del Pontificio Colegio Mexicano, donde se exhibieron diversos bailes tradicionales de ese país y el Mariachi Romatitlán. "En esta fiesta el colegio se vuelve un pedazo de México, abre sus puertas a cuantos desean venir porque no hay límite, la invitación es abierta a todos los hermanos", dijo a Notimex en entrevista el rector de esa casa, Armando Flores Navarro. Consideró que los asistentes superaron las mil 200 personas, equivalente a las raciones de tostadas de tinga y frijoles que prepararon y las cuales se agotaron. "Se notó mucha alegría por parte de los mexicanos, mucha fraternidad de los latinoamericanos y una sorpresa muy grande de los italianos, sobre todo los europeos, hindúes y personas que se quedaron sorprendidas por la dimensión de la fiesta", añadió. "Quizás no están acostumbrados a ver la misa, la procesión y el festejo con un mundo de gente, este año quisimos dar un mensaje de paz, con el arreglo de la casa, del ambiente, si México necesita paz la imploramos del cielo pero también necesitamos construirla", sostuvo.


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