En Trujillo, Perú, una bebé de apenas 10 meses de edad fue sometida a una operación de emergencia después de ingerir un crucifijo de metal, causándole intensos dolores.
La madre, identificada como Maricarmen Sajami, llevó a su hija al hospital Víctor Lazarte, donde los médicos confirmaron la presencia del objeto en el esófago de la pequeña.
Ante la urgencia de la situación, el equipo médico realizó una cirugía de aproximadamente seis horas utilizando endoscopio y pinzas especiales para extraer el crucifijo. La madre, sorprendida por la noticia, atribuyó el incidente a un descuido común y a la naturaleza curiosa de los niños.
La intervención quirúrgica fue llevada a cabo por anestesiólogos y gastroenterólogos, quienes lograron extraer con éxito el objeto extraño. Después de la operación, la madre compartió una conmovedora imagen en la que sostenía en la palma de su mano el crucifijo que había sido retirado del cuerpo de su hija.
Los padres de la bebé expresaron su gratitud, calificando el incidente como un "milagro" que la llevaron al hospital a tiempo, permitiendo que el equipo médico salvara la vida de su hija. La pequeña, ahora en buen estado de salud, se recupera tras la exitosa intervención.