Atrae Vaticano turistas y fieles en Viernes Santo pese a crisis

El Vaticano refrendóeste Viernes Santo su calidad de atracción central para el turismopese a la crisis económica, y en la Basílica de San Pedro seapreciaron filas de hasta 800 metros de longitud para ingresar a estetemplo

Desde las primeras horas de este viernes miles de peregrinos, fieles y curiosos abarrotaron diversas zonas en torno a la Sede Apostólica en un intento por admirar centenarias obras de arte, recorrer históricos lugares o dedicar algunos momentos de oración.En la Plaza de San Pedro la jornada inició nublada y con el correr de las horas se despejó hasta ofrecer a los visitantes un mediodía soleado que los invitó a sentarse a reposar o degustar una pizza en los escalones de la Columnata de Bernini.Mientras diversos grupos de turistas españoles, estadunidenses, alemanes, portugueses y asiáticos, encabezados siempre por guías traductores, escuchaban explicaciones sobre la historia de la Basílica vaticana, el Palacio Apostólico y la Capilla Sixtina.Después esos grupos se sumaban a la larga fila, que por momentos durante la mañana mantuvo longitudes que sobrepasaron los 800 metros con tiempos de espera de hasta 40 minutos, para poder ingresar a la Basílica y admirarla.Hasta la Plaza de San Pero llegó por primera vez en su vida James Solarte, un colombiano que vive en España desde hace nueve años, para recorrer El Vaticano portando un sombrero de palma y un morral de su país.En entrevista con Notimex expresó que siempre fue su ilusión visitar la capital del catolicismo mundial, desde cuando seguía por televisión en Colombia las misas del Papa y pensaba que algún día estaría allí, en la Plaza de San Pedro.La vida me ha dado esta oportunidad, el boleto lo tenía preparado desde septiembre. He aprovechado a visitar los lugares santos, es una oportunidad que se da una sola vez, dijo, aunque reconoció que la crisis provocó una situación muy pesada en España.Solarte agregó que el interés de su viaje es el turismo, pero también la espiritualidad. Me mueve la religión, soy muy religioso, mi familia lo es, quiero preservar ese sentimiento aunque me doy cuenta que actualmente existe un detrimento en esas costumbres.Pudimos hablar con unos romanos antes de entrar a la plaza y nos dijeron que el turismo se ha disparado, es normal en Semana Santa, algunos vienen por turismo, otros por religión, nosotros venimos por ambas cosas, añadió.Para cumplir con la parte profana de su viaje aseguró que desea visitar otros lugares históricos de la Roma Antigua, como el Coliseo o los Foros.Solarte opinó que es posible para los feligreses conjugar ocio y espiritualidad sobre todo cuando las personas no pueden dedicar muchos días libres de trabajo para viajes de descanso y relajación.Un católico que no venga al Vaticano es como los árabes que no van a la Meca, ellos lo deben hacer al menos una vez en la vida. Si no lo haces es como un vacío que te queda internamente. Yo tengo la oportunidad, soy afortunado, reflexionó.Tras la entrevista, Solarte se encaminó para ingresar en la Basílica de San Pedro, en medio de una multitud que avanzaba de manera lenta. Adentro lo esperaba un frenético flujo de peregrinos que visitaban desde la tumba de Juan Pablo II hasta la Piedad de Miguel Angel.Afuera, en la frontera entre El Vaticano e Italia, los vendedores intentaban convencer a los visitantes de comprar rosarios de toda clase mientras a unos metros, en la Plaza Pío XII, carruajes tirados por caballos esperaban para dar un paseo a quien desee ver el panorama desde otro ángulo.


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