Asumirá vicepresidente argentino liderazgo opositor

La UCR realizará el 17 y 18 de mayo su convención nacional y Cobos será readmitido en un partido que lo expulsó hace dos años, luego de que aceptara ser el vicepresidente de Cristina Fernández.La decisión de Cobos se interpretó como una traición, ya que se alió con una ferviente militante del peronista Partido Justicialista (PJ), que ha sido el enemigo histórico de la UCR.El acuerdo duró muy poco, ya que el año pasado el vicepresidente se enfrentó con la presidenta por la crisis política y social que desató la intención del gobierno de aumentar los impuestos a la exportación de granos.El ex gobernador de Mendoza, que hasta entonces había tenido una actuación gris en el gobierno nacional, se convirtió en la figura central del conflicto cuando votó en contra de la propuesta de la presidenta en el Senado.`La historia me juzgará`, dijo Cobos a punto del llanto el 18 de julio del año pasado al finalizar la sesión que significó una dura derrota política para Fernández y marcó el debilitamiento de su gobierno.Desde entonces, el vicepresidente rompió con Fernández y se convirtió en una de las principales figuras opositoras del país, pero arrastrando la contradicción de negarse a dejar el cargo, a pesar de que ni siquiera es invitado a los actos oficiales.La semana pasada, la figura de Cobos se acrecentó gracias a la muerte del ex presidente Raúl Alfonsín (1983-1989), el máximo líder moral de la UCR que le había pedido al vicepresidente que volviera a su partido.Durante el largo y multitudinario funeral, todas las cámaras apuntaron a un acongojado Cobos, a quien la prensa bautizó como `el heredero` del legado de un ex presidente que murió aplaudido por su congruencia política y su honestidad.El viernes, en cuanto terminó el entierro de Alfonsín, el vicepresidente confirmó que acudirá a la convención de la UCR para regresar a las filas de un partido que estaba casi en extinción, pero que ahora volverá a la lucha electoral.Lo hará, también, a sabiendas de que las encuestas le otorgan un 60 por ciento de popularidad, que es el doble de lo que tiene Fernández, y que su partido lo respaldará en el camino rumbo a las presidenciales de 2011.

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