Ambiciones nucleares iraníes y norcoreanas y Afganistán dominan cita del G8

La situación en Afganistán así como las ambiciones nucleares iraníes y norcoreanas priman en la reunión de ministros de Relaciones Exteriores del G8 en Canadá, quienes el martes amenazaron con nuevas sanciones a los regímenes de Teherán y Pyongyang

Reunidos en Gatineau, cerca de Ottawa, los cancilleres del Grupo de los Ocho (G8, países industrializados del G7 y Rusia) preparan la cumbre que reunirá a sus presidentes a fines de junio en Muskoka, Ontario.En la búsqueda de una posición común sobre nuevas sanciones que podría adoptar el Consejo de Seguridad de la ONU contra Irán, el anfitrión de la cita marcó el tono: el primer ministro canadiense, Stephen Harper, pidió "una acción más coordinada y fuerte, incluidas sanciones si fueran necesarias, contra el régimen iraní"."Teherán debe detener sus actividades de enriquecimiento de uranio y comprometerse a un diálogo pacífico", enfatizó.Poco después, la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, se declaró optimista sobre la posibilidad de alcanzar un consenso para aplicar sanciones a Teherán."Vemos que la toma de conciencia aumenta en numerosos países, incluida China, sobre las consecuencias que tendría un Irán con armas nucleares en la estabilidad regional y global, y para nuestro aprovisionamiento de petróleo", dijo Clinton en conferencia de prensa.En tanto, el Canciller canadiense, Lawrence Cannon, llamó a la comunidad internacional a "presionar a Irán".En el inicio de la sesión de trabajo matinal, Harper ubicó en el mismo plano a Irán y a Corea del Norte, pues en su opinión representan "graves amenazas a la seguridad mundial"."LLamamos a Corea del Norte a regresar a las negociaciones de seis partes", dijo Harper en referencia al estancado diálogo entre China, las dos Coreas, Estados Unidos, Japón y Rusia sobre el desmantelamiento del programa nuclear de Pyongyang.En cuanto a Afganistán, Harper reclamó al presidente Hamid Karzai asumir responsabilidades y cumplir sus promesas para mejorar la gobernanza, reforzar el Estado de derecho y combatir la corrupción."Debemos seguir dándole apoyo (al gobierno de Kabul) asegurándonos de que el gobierno afgano cumpla con sus compromisos", puntualizó.Poco antes, en una declaración muy firme, los diplomáticos del G8 habían instado al gobierno afgano a cumplir las promesas hechas por el presidente Karzai en enero en Londres, pisándole así los talones a Barack Obama.El presidente estadounidense, que decidió enviar a 30.000 soldados más a Afganistán, siempre insiste en que este compromiso militar sólo puede resultar fructífero si Karzai lucha contra la corrupción y reconstruye las instituciones de su país.Obama volvió decepcionado el lunes de una visita sorpresa a Afganistán, estimando que los avances logrados por el gobierno afgano eran "demasiado lentos".En la declaración que emitió este martes, el G8 reitera su apoyo a la estrategia de reconciliación defendida por Karzai, pero también le pide insistentemente a Kabul mostrar "audacia" para resolver los problemas de gobernanza, actuar rápido contra la corrupción y "cumplir sus promesas" de reformar la justicia afgana."Le pedimos con la mayor firmeza al gobierno afgano que respete sus obligaciones" en materia de "derechos humanos, igualdad entre sexos y libertad de expresión", escriben los ministros.El G8 le pide a Kabul que "tome medidas concretas y transparentes" para preparar los comicios legislativos previstos para septiembre, y acelerar la transferencia progresiva de responsabilidades a las fuerzas de seguridad afganas.El texto reclama que se implementen todas las medidas prometidas en enero por Karzai, antes de la próxima conferencia sobre Afganistán, que tendrá lugar en mayo en la capital afgana.


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