Advierte Papa contra amenaza de corrupción en Brasil

Al recibir en audiencia en el Palacio Apostólico las cartas credenciales del nuevo embajador del país sudamericano ante el Estado Vaticano, Luiz Felipe de Seixas Correa, el pontífice puso en guardia contra la "pobreza moral" que se vive incluso en las naciones ricas."De hecho el peligro del consumismo y el hedonismo, aliado a la falta de sólidos principios morales que orienten la vida de los simples ciudadanos, vuelve vulnerable la estructura de la sociedad y de la familia brasileña", estableció."Nunca está demás insistir –agregó- en la urgencia de una sólida formación moral en todos los niveles, incluso en el ámbito político, donde existen constantes amenazas generadas por las ideologías materialistas y la tentación de la corrupción en la gestión del dinero público y privado".El Papa expresó su deseo de que Brasil se convierta en "paladín" de los valores humanos, especialmente los que reconocen de manera explícita "la santidad de la vida familiar" y la salvaguardia del ser humano, desde el momento de su concepción hasta la muerte natural.Al mismo tiempo, con respecto a las experimentaciones biológicas, recordó que El Vaticano promueve la defensa de una ética que proteja la existencia del embrión y su derecho a nacer.Para el obispo de Roma la Iglesia y el Estado confluyen en el bien de la persona y el bien común de la nación; por ello "el entendimiento respetuoso, la independencia mutua y la búsqueda de mejor servicio al ser humano serán factores de concordia en beneficio del proprio pueblo", sostuvo.Consideró además que existe una convergencia de la Sede Apostólica con el gobierno de Brasil en lo que respecta a la paz mundial, sobre todo cuando ésta se ve afectada por la ausencia de visión de respeto al prójimo en su dignidad humana."El reciente conflicto en Oriente Medio demuestra la necesidad de apoyar todas las iniciativas destinadas a resolver pacíficamente las divergencias, y hago votos porque vuestro gobierno prosiga en esta dirección", estableció.Destacó el apoyo brasileño a la lucha contra la pobreza y la depredación tecnológica, tanto a nivel nacional como internacional, y exigió una mejor distribución de la riqueza, mayor justicia social y el bien de la población.

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