Acaban en disturbios marchas en Atenas

Las marchas con motivo del tercer aniversario del asesinato del adolescente Alexis Grigorópulos a manos de un policía acabaron en disturbios en Atenas, Grecia. Varios manifestantes fueron reprimidos por la policía

La asistencia a la manifestación de la tarde fue "masiva" según varios medios griegos y superior a la del mediodía, aunque fuentes policiales cifraron la asistencia en solo unas 3, 000 personas. La marcha vespertina transcurrió pacíficamente por las avenidas del centro de Atenas con gritos en recuerdo de Grigorópulos y otros reivindicando "Pan, educación y libertad". Sin embargo, como ocurrió en la primera protesta, al llegar frente al Parlamento un grupo de manifestantes lanzó piedras y cócteles Molotov a los agentes que custodiaban el edificio, donde esta noche se vota el presupuesto estatal de 2012, que contempla severos recortes sociales. La policía reaccionó lanzando gases lacrimógenos hasta hacer "intolerable" la atmósfera de la plaza Sintagma, donde se encuentra el Parlamento, según informó la emisora Real FM. En ese momento la manifestación comenzó a disolverse, aunque se produjeron nuevos brotes de violencia en el barrio ateniense de Exarjia, conocido por su activismo anarquista y por ser donde fue asesinado el joven Grigorópulos. En Salónica, la segunda ciudad de Grecia, también tuvo lugar una manifestación por la tarde que fue cercada por la policía antidisturbios y dispersada tras varios choques entre agentes y manifestantes. Fuentes policiales explicaron a Efe que un total de 17 personas han sido detenidas hoy en Atenas tras los disturbios de las dos manifestaciones, aunque seis de ellas fueron puestas rápidamente en libertad tras un control de identidad. En Salónica y Heraklion (en la isla de Creta), fueron detenidas otras cuatro personas. Además, 14 policías resultaron heridos con piedras lanzadas durante la manifestación matinal. "Hoy ha sido un día tranquilo en comparación con anteriores ocasiones", se felicitó un agente, en declaraciones a Efe. La muerte de Grigorópulos, de 15 años, el 6 de diciembre de 2008 por disparos de un policía desató una revuelta de inmensas proporciones y violencia inusitada que se prolongó durante varias semanas y se extendió por todo el país. El pasado año, un tribunal condenó al policía Epaminondas Korkoneas a cadena perpetua por "el asesinato intencionado" de Grigorópulos, y a su colega Vasilis Saraliotis a diez años de cárcel por complicidad, pero éste último fue recientemente puesto en libertad condicional.


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