Coldplay celebró con una noche deslumbrante el final de su racha récord de 10 conciertos consecutivos en el estadio de Wembley, un hito sin precedentes que reunió a más de 800 mil asistentes.
La banda británica repasó los mayores éxitos de sus 25 años de carrera y sorprendió con una versión de I Wanna Dance With Somebody de Whitney Houston, interpretada con humor por Chris Martin, quien prometió que la gira se reanudará en “algún lugar del sur de África en 18 meses”.
El espectáculo, pospuesto una semana por una huelga de transporte en Londres, formó parte de la gira Music Of The Spheres, que ya es la más concurrida de la historia con más de 13 millones de boletos vendidos en todo el mundo.
Wembley se iluminó con pulseras LED, confeti, luces láser, inflables, marionetas y hasta gafas 3D que transformaban el estadio en un universo de corazones y estrellas.
Coldplay también marcó un precedente al convertirse en la primera banda en alimentar un concierto en el estadio únicamente con energía renovable.
Entre los momentos más memorables destacaron las intervenciones de la Orquesta Simón Bolívar de Venezuela y la participación de la cantante palestino-chilena Elyanna, quien brilló en We Pray.
Con este cierre, Coldplay reafirmó su poderío en vivo y dejó una huella de euforia colectiva que convirtió a Wembley en un tapiz de luz y unidad musical.