La esperada tercera temporada de "Squid Game" ("El juego del calamar"), estrenada el pasado 27 de junio, cerró con un giro devastador que dejó atónitos a los seguidores: la muerte de Gi-hun, el protagonista interpretado por Lee Jung-jae, marcó el desenlace de la serie, mientras que una bebé es la ganadora del mortal juego.
La escena final, generó una oleada de reacciones en redes sociales. Para muchos fans, la decisión fue “injusta” o “innecesaria”, especialmente considerando el intenso desarrollo emocional del personaje a lo largo de tres temporadas.
Incluso el propio Lee Jung-jae admitió haberse sorprendido al conocer el destino de Gi-hun. En entrevista con medios estadounidenses, el actor confesó:
“También me sorprendí tanto cuando me enteré. Debatí mucho con el director sobre "¿es este realmente el mejor final para él?”.
Lee compartió que tuvo extensas conversaciones con el creador y director Hwang Dong-hyuk, intentando comprender la intención detrás de la impactante resolución. Aunque tuvo dudas, finalmente decidió apoyar la visión del realizador.
“Quizá si la temporada 1 no hubiera sido tan exitosa como lo fue, o si hubieran otras circunstancias, tal vez habría dado más ideas. Incluso podría haber sido casi agresivo en mis conversaciones con el director respecto a mis propuestas”, confesó el actor.
Sin embargo, la confianza en el creador y el deseo de respetar su propuesta artística lo llevaron a dar un paso atrás y respaldar la decisión.
Según Lee, el objetivo de Hwang era darle un sentido simbólico al sacrificio de Gi-hun:
“Mientras la muerte de Gi-hun es desgarradora, creo que el director Hwang deseaba que (de alguna forma) transmitiera un sentido de esperanza al público”.
A pesar del impacto negativo entre parte de los seguidores, la serie sigue siendo una de las producciones más influyentes del streaming global.
