Durante las celebraciones del Grito de Independencia, los hogares y plazas del país se llenan no solo de música y colores patrios, sino también de aromas y sabores tradicionales que hacen honor a nuestra cocina.
En la noche del 15 y la comida del 16 de septiembre, el menú típico incluye tamales, pozole verde o rojo, enchiladas, gorditas de maíz, frijoles a la charra, elotes, asado con arroz, chiles rellenos y, por supuesto, los emblemáticos chiles en nogada.
Estos platillos no solo representan un festín, sino también un símbolo de identidad nacional.
Marta Quirós, reconocida cocinera tradicional del municipio de Arteaga, señaló que estas recetas han pasado de generación en generación y que forman parte de una riqueza cultural que difícilmente desaparecerá.
“Son parte de nuestras raíces y de nuestra historia; mientras haya quien las prepare, seguirán vivas”, afirmó con orgullo.
Aunque septiembre es el mes donde más se exaltan estos sabores, la gastronomía mexicana está presente todo el año y merece celebrarse siempre.
Por eso, además del grito de independencia, muchos dan un segundo grito: ¡Viva la comida mexicana! Una tradición que une, alimenta y preserva la esencia del país en cada platillo.