Retienen a empleados dentro de empresa ante conflicto legal

Directivos de la empresa de origen coreano HL Mando Corporation México cerraron con candados los accesos de su planta industrial, reteniendo en su interior a más de mil trabajadores y bloqueando la entrada a contratistas, proveedores e incluso a personal de emergencias, con la intención de evitar la notificación de una orden judicial que les prohíbe seguir utilizando la maquinaria de la empresa BOLIM SLT.

El conflicto se originó tras la orden emitida por un juzgado de primera instancia, que concedió la suspensión definitiva a favor de BOLIM SLT dentro del juicio de amparo 994/2024, lo que faculta a esta empresa para tomar posesión de las máquinas que actualmente se encuentran en la planta operada por Mando. 

La notificación debía realizarse este miércoles a las 11:00 de la mañana, pero al llegar los representantes legales de BOLIM SLT, se encontraron con que los accesos estaban cerrados con candados y el personal de seguridad de Mando Corporation México abandonó las casetas de entrada para permanecer al interior de la planta. 

“Prácticamente tienen secuestrados a los trabajadores”, denunció el abogado Raúl Villarreal, representante legal de BOLIM SLT, quien advirtió de los riesgos que esta situación implica. “Si hay un incendio o una explosión, no habrá forma de que los trabajadores salgan, ni de que una ambulancia o bomberos puedan entrar”, señaló.

Además, Villarreal acusó a los directivos coreanos de dilatar el proceso judicial de forma intencional para seguir operando las máquinas de forma ilegal. 

Explicó que, por instrucción de sus abogados, los directivos de Mando se niegan a recibir notificaciones oficiales bajo el argumento de que no están enterados de la resolución judicial.

“Nos están pateando el bote”, dijo Villarreal, quien advirtió que esta estrategia podría permitirles seguir operando la planta durante las vacaciones de fin de año, e incluso retirar la maquinaria del país, dejando a BOLIM sin la posibilidad de recuperar sus bienes.

El representante legal también explicó que, a pesar de la resolución emitida por el juez, la orden judicial no incluía la facultad de romper candados o cadenas, por lo que será necesario solicitar una autorización adicional para hacerlo. “Vamos a regresar con la fuerza pública, pero necesitamos que el juzgado nos permita abrir las cerraduras”, afirmó.

El conflicto entre BOLIM SLT y Mando se remonta al año 2019, cuando, según Villarreal, los directivos de Mando se apropiaron de la planta y la maquinaria aprovechando la ausencia del dueño de BOLIM, quien viajó a Corea del Sur durante la pandemia de COVID-19. 

Desde entonces, HL Mando Corporation México habría seguido operando la planta bajo otro nombre y utilizando la maquinaria sin ningún acuerdo legal o contractual con BOLIM SLT .

Este conflicto, según Villarreal, pone en evidencia la forma en que algunas empresas extranjeras abusan del sistema legal mexicano. “No se trata de que sean coreanos, sino de que están violando la ley mexicana. México siempre ha recibido con los brazos abiertos a la inversión extranjera, pero eso no les da derecho a imponer su propia ley”, enfatizó.

Agregó que como representantes legales de BOLIM SLT presentarán  una denuncia penal ante la Fiscalía General de la República (FGR) en contra de los directivos de Mando, incluido su CEO, su director de finanzas y otros altos mandos. También se solicitará la destitución del juez de primera instancia, ya que, según la parte demandante, sus decisiones han favorecido de forma irregular a la empresa coreana.

Este conflicto tiene implicaciones de gran alcance, ya que la planta de Mando produce piezas para importantes armadoras automotrices como Fiat, Honda, Kia, Chrysler, Ford, BMW y Suzuki, y cualquier interrupción en su producción podría afectar la cadena de suministro de estas compañías.

La situación sigue en desarrollo, y se espera que en las próximas horas el juzgado federal emita una resolución para permitir el acceso a la planta y la recuperación de la maquinaria por parte de BOLIM SLT.

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