Varias plantas automotrices en Coahuila han disminuido sus niveles de producción en los últimos meses, un cambio respecto al inicio del año, cuando operaban a alta capacidad para saturar inventarios y adelantarse a la entrada en vigor de los nuevos aranceles en Estados Unidos.
El caso más visible es el de Daimler Vehículos Comerciales México, que informó a su personal sindicalizado sobre un programa de bajas voluntarias ante la caída en los volúmenes de producción, por lo cual ofreció liquidaciones conforme a derecho para quienes decidieran retirarse.
Antonio Reveles, presidente de Canacintra Sureste, explicó que la estrategia de adelantar producción permitió a varias empresas abastecer a los distribuidores en el mercado estadounidense antes del ajuste arancelario, pero esa demanda extraordinaria se estabilizó, reduciendo la necesidad de mantener el mismo ritmo de trabajo.
“Hoy hay plantas que operan al 90 o 95% de su capacidad, pero otras han detenido una o dos líneas. No vemos un escenario generalizado de recortes, aunque sí una menor reposición de vacantes y un enfoque mayor en eficiencia operativa”, señaló Reveles.

El dirigente indicó que, aunque empresas como General Motors y sus principales proveedores no han anunciado despidos, la presión de los aranceles, la menor demanda en Estados Unidos y el encarecimiento de los vehículos han llevado a la industria a postergar algunos proyectos de expansión.
En contraste con la actividad acelerada de principios de año, el sector automotriz en Coahuila enfrenta ahora un periodo de ajustes y cautela, con el reto de equilibrar la producción y mantener la competitividad frente a un entorno internacional incierto.