En instituciones educativas de Saltillo se lleva a cabo la implementación del operativo “Mochila Segura”, con el propósito de prevenir el ingreso de objetos indebidos a los planteles.
El procedimiento se realiza con la participación de al menos dos docentes y dos padres de familia voluntarios, quienes revisan el contenido de las mochilas de los estudiantes para dar fe de lo encontrado.
De acuerdo con testimonios de padres de familia, este tipo de acciones les genera tranquilidad, ya que consideran que garantiza un ambiente más seguro para los alumnos.
“Como mamá me siento más tranquila porque sé que a la escuela no van a entrar objetos que puedan poner en riesgo a los muchachos.
A veces los papás no nos damos cuenta de lo que cargan en la mochila y este filtro ayuda bastante”, comentó la señora María Elena Ramírez, madre de un estudiante de secundaria.
Por su parte, José Luis Torres, padre de familia, señaló que, aunque algunos alumnos puedan sentirse incómodos, el beneficio es mayor:
“Los jóvenes a veces creen que es exagerado, pero creo que es mejor prevenir y darles un entorno sin riesgos”.
Los propios alumnos también han expresado su postura. Valeria, estudiante de tercer grado, mencionó que las revisiones “al principio son incómodas, pero entendemos que es para nuestra seguridad y la de todos”.
De acuerdo con los reportes, durante las revisiones, los objetos más frecuentes en las mochilas son perfumes, desodorantes y cosméticos como pinturas y brochas en el caso de las alumnas, descartando hasta el momento hallazgos de artículos de mayor riesgo.
Docentes consultados coincidieron en que la dinámica también fomenta la comunicación entre la escuela y los padres. “Al involucrarlos en la revisión, ellos mismos pueden darse cuenta de lo que sus hijos cargan y apoyan a reforzar la disciplina desde casa”, mencionó una prefecta del plantel.
Y la 'Cajita del Ruido' para mejorar el ambiente en las aulas
En diversas escuelas de la ciudad se han implementado dinámicas alternativas para favorecer el ambiente escolar y la concentración de los alumnos. Una de ellas es la llamada “Cajita del Ruido”, que consiste en que una prefecta o docente recorre los salones con una pequeña caja y los estudiantes participan haciendo gritos, murmullos, risas o sonidos diversos.
De acuerdo con el personal docente, la intención es que los alumnos liberen tensiones y expresen el ruido que llevan consigo, para posteriormente “guardarlo” en la caja. Una vez concluida la dinámica, el objeto se coloca en un lugar alejado de las aulas, con la idea simbólica de dejar fuera cualquier distracción y propiciar que los grupos permanezcan en silencio durante la jornada escolar.
Maestros señalaron que este tipo de ejercicios busca no solo mantener la disciplina en clase, sino también ayudar a que los estudiantes reduzcan el estrés y mejoren su disposición para las actividades académicas.
La profesora Mónica Villarreal explicó que la dinámica ha tenido buena respuesta entre los alumnos: “Al principio algunos se reían, pero después entendieron que es una manera de liberar energía y comenzar el día con más calma. Hemos visto que entran a clases más tranquilos”.
Por su parte, Sofía, alumna de segundo de secundaria, comentó que la actividad la ayuda a concentrarse: “Me gusta porque siento que saco el ruido que traigo en la cabeza, como si me quitara los nervios antes de empezar a trabajar”.
Desde la perspectiva de los padres de familia, la medida también ha sido bien recibida. Rogelio Martínez, papá de un estudiante, mencionó: “Cuando mi hijo llegó a contarme lo de la cajita, me pareció curioso, pero ahora lo noto más relajado al hacer la tarea; creo que sí funciona”.
Incluso algunos alumnos destacaron que este tipo de dinámicas fortalece la convivencia. Daniel, estudiante de primer grado, opinó: “Se siente chistoso gritar todos al mismo tiempo, pero luego ya estamos más calmados y hasta nos llevamos mejor en el grupo”.