Lo que para muchos fue una noche tranquila, para don Felipe Barrera se convirtió en la peor de su vida, pues afirma que su ex pareja, a quien señala como consumidora de sustancias, decidió prender fuego a su vivienda ubicada en la colonia Valle Los Pinos, en el municipio de Ramos Arizpe, dejando en cenizas no solo las paredes y el techo, sino también los recuerdos y pertenencias de toda una vida.
En medio de las llamas, don Felipe corrió para rescatar a su hijo menor. El humo espeso y el calor abrasador no le impidieron llegar hasta él, aunque en el intento sufrió quemaduras en los pies que hoy le dificultan caminar.
“Lo único que pensé fue en sacarlo con vida… lo material se repone, pero mi niño no”, expresó con voz entrecortada mientras mostraba las heridas que le dejó aquella noche.

Sin un techo donde dormir, sin ropa ni utensilios de cocina, don Felipe ahora enfrenta la dura tarea de empezar desde cero.
Él es el sostén del hogar y, con la venta de repostería, mantenía a su familia, pero hoy sus manos dedicadas al pan y al azúcar necesitan el apoyo de la comunidad.
Vecinos del sector relataron que las llamas se extendieron rápidamente y que poco pudieron hacer para salvar la vivienda.

“Escuchamos gritos y salimos corriendo. Todos intentamos ayudar con cubetas de agua, pero era demasiado tarde; el fuego lo consumió todo en minutos”, contó Rosa Hernández, residente de la misma cuadra.
Otro vecino, Jorge Ramírez, lamentó la situación y reconoció la fortaleza de don Felipe. “Es un hombre trabajador, siempre con una sonrisa. Verlo ahora sin nada duele mucho, porque sabemos que lo que tiene lo ha ganado con esfuerzo”.
Pide a la ciudadanía que, quien pueda, le done cobijas, ropa en buen estado, utensilios de cocina o cualquier objeto que ya no utilicen.

“No pido lujos, solo lo básico para que mi hijo y yo podamos seguir adelante”, dijo con humildad.
Más allá de la tragedia, su historia es un recordatorio de que un acto de solidaridad puede ser la chispa que devuelva la esperanza a quien lo ha perdido todo. Hoy, don Felipe no solo lucha por reconstruir una casa, sino por mantener viva la fortaleza de un padre que lo dio todo por su hijo.