Tras el choque y descarrilamiento del Tren Maya, el gobernador de Coahuila, Manolo Jiménez Salinas, afirmó que ls obra, impulsada en el sexenio del expresidente Andrés Manuel López Obrador, representó un gasto desproporcionado que dejó de lado otras prioridades nacionales.
El mandatario recordó que el proyecto tuvo un costo estimado de 400 mil millones de pesos y aseguró que, si esos recursos se hubieran distribuido equitativamente, a Coahuila le habrían correspondido cerca de 20 mil millones de pesos, suficientes para resolver necesidades en infraestructura y desarrollo.
Jiménez subrayó que el Tren Maya no ha alcanzado los resultados prometidos en materia turística ni económica, pues requiere millonarios subsidios federales para mantenerse en operación.
Añadió que, aunque desconoce los detalles técnicos del descarrilamiento, el caso refleja la falta de planeación y el alto costo de una obra que calificó como “poco efectiva”.
Finalmente, el gobernador aclaró que en Coahuila existe coordinación con el actual Gobierno Federal en temas de seguridad y desarrollo, pero insistió en que el Tren Maya ejemplifica decisiones presupuestales centralizadas que no beneficiaron de manera pareja a todos los estados del país.