Hombres… ¿Siempre dispuestos al sexo?
EFE - ¿Sexo in mente?… No, los hombres no son robots sexuales."Después de una jornada agotadora solo quieren relajarse y descansar, aunque sea cierto que el estrés relacionado con el trabajo provoca una disminución más que sensible en la frecuencia de las relaciones sexuales y, por ende, de su deseo sexual”, afirma el doctor Benítez.La rutina en las relaciones íntimas es otro de los motivos que lleva a la pérdida del deseo sexual, así como los problemas de pareja enquistados, la falta de comunicación de tú a tú, el distanciamiento, las discusiones, los conflictos, el sempiterno pitidito del teléfono móvil o las ineludibles obligaciones familiares.La sexualidad deprimida por la enfermedadEl deseo sexual también se ve mermado por las enfermedades orgánicas como los trastornos del tiroides o los niveles altos de prolactina -hormona que en los hombres inhibe el deseo sexual-, así como por el déficit de testosterona, habitual en la andropausia masculina:“Alrededor de un 80% de los hombres comienzan a sufrir un descenso de su capacidad sexual a partir del medio siglo de vida, más aún a medida que avanzan hacia la vejez. Disminuyen su vigor físico, su fertilidad o su rendimiento sexual, y aparecen, además, alteraciones en su comportamiento social”, apunta el doctor Benítez.Pero este déficit de testosterona puede notarse en etapas más jóvenes de la vida provocado de forma anómala por enfermedades como el hipogonadismo, la diabetes, la obesidad, la hipertensión, el cáncer o por el abuso del tabaco y el alcohol.“Tanto la disfunción eréctil como la eyaculación precoz generan, a la larga, asociaciones negativas con la relación sexual de pareja, dos incapacidades que tienen solución pero que provocan vergüenza y frustración, sentimientos que pueden desencadenar, a su vez, en una pérdida del interés y del deseo sexual”, subraya.Algunos medicamentos, como los antidepresivos, y algunos fármacos para la hipertensión y para la próstata se asocian a la falta de la libido masculina.Ante la falta de deseo sexual, tratamientos combinados“Cuando haya una causa orgánica, un desorden hormonal o algún efecto secundario de un fármaco, el tratamiento médico oportuno podrá solventar el problema. La terapia combinada, psicológica y farmacológica, es una buena opción, así como la supresión de medicamentos o conductas inapropiadas en los hábitos de vida”, indica.La medición de los niveles de testosterona y la terapia sustitutiva ofrecen, en manos expertas, otra magnífica opción si la causa es este déficit hormonal.“El control de enfermedades, llevar una vida más activa, dormir lo suficiente, evitar los niveles de estrés y tener una comunicación franca, abierta y cordial con la pareja ayuda a evitar que los aliados de la falta de deseo sexual se posesionen en nuestro organismo y disminuyan nuestra calidad de vida”.Comer sano a base de dieta mediterránea, dejar atrás el humo del tabaco y las fantasías del alcohol, abandonar las drogas, si es que se consumen, y olvidarnos de las relaciones tóxicas o enfermizas, nos conducirán a la posibilidad real de una vida sexual plena.“Además, practicar un deporte, hacer ejercicio físico diario durante 30 minutos o pasear a buen ritmo alrededor de una hora, lograrán que nuestro aparato locomotor y nuestro corazón funcionen a un nivel óptimo. Nuestro deseo sexual aumentará y nuestro rendimiento durante el acto sexual mejorará sensiblemente“, recomienda José Benítez.Con este binomio de dieta sana y practicar ejercicio físico se lucha contra la aparición de enfermedades como la diabetes, la obesidad o la hipertensión arterial, patologías que inciden, en un grado altísimo, en la libido y, por tanto, en la sexualidad del varón… y en su vida.
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