Un santuario de aves y quelonios

La isla La Tortuga es una importante zona de anidación para cuatro especies de tortugas marinas como la cardón (Dermochelys coriacea), carey (Eretmochelys imbricata), verde (Chelonia mydas) y el caguamo (Caretta caretta). Resguardar este lugar y realizar monitoreos científicos continuos es uno de los objetivos de una fundación

Como parte del proyecto “Caracterización Biológica y Oceanográfica de la Dependencia Federal Isla La Tortuga” que ejecuta Fundación La Tortuga, se han realizado durante el año 2008 diversas expediciones científicas para el monitoreo, seguimiento y recopilación de datos ambientales que permitirán diseñar el correcto manejo de los recursos naturales de la segunda isla más grande del país.El proyecto incluye determinaciones sobre avifauna, tortugas marinas, vegetación, corales, fitoplancton, aguas, cetáceos, algas y esponjas marinas. En dichos estudios participan en asociación estratégica, investigadores de Fundación La Tortuga, el Instituto Oceanográfico de Venezuela, Universidad de Oriente (núcleo Sucre) y el Grupo de Trabajo en Tortugas Marinas de Nueva Esparta.Tesoro plumíferoEl equipo de investigadores especialistas en aves, dirigido por el profesor Gedio Marín (UDO), luego de una revisión bibliográfica exhaustiva de las aves reportadas en las islas de Venezuela, determinó que se tienen cerca de una docena de aves que no habían sido registradas para la isla, resaltando un gavilán y un halcón, siete especies de aves playeras y una reinita migratoria.Dentro de los avances de este año (hasta el mes de mayo) se inventariaron ocho especies de aves marinas que anidan en la isla La Tortuga y cayos adyacentes, cuatro de ellas son especies de gaviotas que por primera vez se señalan anidando en la isla. Asimismo, se registró otra especie que constituye el primer registro de nidificación en una isla venezolana y el tercero para Venezuela.Marín afirmó, que la presencia de colonias de anidación de aves marinas (varias con problemas de densidad poblacional a nivel del Caribe) aunado a la posesión de sub-especies endémicas y el ser sitio de pernocta de aves migratorias que vienen de Norteamérica, perfilan a la isla La Tortuga como un “Abrae” (Área Bajo Régimen de Administración Especial) dentro de la figura de santuario de aves.Con referencia a las investigaciones de vegetación, el grupo de científicos, liderizado por el profesor José Véliz (UDO) ha continuado con la realización del estudio de la diversidad de la flora en la Isla La Tortuga. Espacio naturalDentro de las actividades realizadas por la fundación, se colectaron ejemplares vegetales que serán identificados en laboratorio y se inició un estudio asociado con una especie de Cactácea (cactus) abundante en la zona. En Punta Garambeo, sector ubicado al centro-sur de la isla, se caracterizó la colonia de especies vegetales en las zonas intervenidas y desforestadas hace unos dos años, cuando se realizó un desarrollo turístico de grandes dimensiones y que fue finalmente paralizado. Por su parte, el equipo de especialistas en tortugas marinas que desarrolla el estudio de estas especies bajo la dirección del investigador Pedro Vernet (GTTM-NE) continuó con la evaluación general de la condición en que se encuentran las poblaciones de tortugas en áreas de anidación y alimentación, teniendo en cuenta la calidad del hábitat y las presiones del hombre, que tanto afectan a los quelonios.Debido a la sucesión de sus playas, la isla La Tortuga es una importante zona de anidación para cuatro especies de tortugas marinas como: la tortuga cardón (Dermochelys coriacea), el carey (Eretmochelys imbricata), la tortuga verde (Chelonia mydas) y el caguamo (Caretta caretta). Varias de las playas recorridas que durante este año han registrado el mayor número de anidación son: Playa Zancudo, Playa Caldera y Punta Ranchos este y oeste.Hasta ahora, la mayoría de los nidos han sido encontrados en condiciones normales. No obstante, se tienen registros recientes de varios saqueos a nidos de tortugas y de sacrificios a tortugas adultas para el comercio de su carne, caparazón y otros productos, en su mayoría de la especie carey. Casi la mitad de estos casos han sido reconocidos en Playa Caldera, alerta esta organización no gubernamental en un comunicado.“El manejo de visitantes a la Isla La Tortuga, debe ser rigurosamente planificado y controlado para que no ocurra el deterioro de rasgos biológicos y ecológicos de tan importante reservorio natural”, advierten los científicos de la Fundación.Hábitat en peligroEstudiar y proteger las especies que habitan en la Isla La Tortuga es uno de los objetivos de la Fundación que lleva su nombre. Resguardar este paraje natural puede lo- grarse implementando planes de repoblación que mejoren y recuperen este importante hábitat marino-insular, comentan los científicos de esta organización. El equipo también realizó este año un registro fotográfico detallado sobre la estrecha relación que hay entre la fauna y la vegetación de esta región insular y cómo las especies animales aprovechan los recursos que les ofrecen algunas plantas durante condiciones de extrema sequía. Paraíso y joya ecológicaLa Isla La Tortuga está ubicada en la mar Caribe a 75 Km al norte del estado Anzoátegui y a unos 157 Km de la Isla de Margarita.Posee una extensión de 155 Km2 la cual la hace la isla más grande de las Dependencias Federales y la segunda en Venezuela después de la Isla de Margarita.Su nombre se debe a que en esta isla anidan y desovan cuatro especies de tortugas marinas las cuales se encuentran en peligro de extinción. Es un punto de parada obligatorio de descanso y alimento para las aves migratorias que provienen una vez al año de Norteamérica, lo que la hace un lugar interesante para la observación de aves marinas migratorias, también posee una muy rica diversidad en fauna marina excelente para la práctica del submarinismo y el snorkeling. Esta isla de arenas blancas y aguas celestes cristalinas la hace un destino de sol y playa excepcional de nuestro país. Sus atractivos más hermosos son: Playa Punta Delgada, Punta Oriental, La Piscina, Carenero y Herradura. A lo largo de una de sus costas se extiende un arrecife coralino que ha favorecido a la formación de ensenadas, bahías y lagunas, lugares ideales para el disfrute del mar.


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