Beneficios de la adenotonsilectomía son duraderos en los niños

Según un equipo de médicos de la ciudad de Kansas, extirparles quirúrgicamente las amígdalas y adenoides (adenotonsilectomía) a niños con trastornos respiratorios del sueño, mejora de manera duradera su descanso y conducta

Más de dos años después de extirparles amígdalas y adenoides, que son glándulas que se ubican en la parte posterior de la garganta, a un grupo niños con esos trastornos, los pequeños dormían mejor que antes de la cirugía, pero no tan bien como a los seis meses del procedimiento. En general, las mejorías conductuales inmediatamente después de la cirugía se mantuvieron, según el equipo de la doctora Julie L. Wei, del Centro Médico de la University of Kansas. En un estudio previo, el mismo equipo había observado mejorías en el sueño y la conducta a los seis meses de la adenotonsilectomía en un grupo de niños con trastornos respiratorios del sueño. Ahora, el equipo informa sobre resultados de un seguimiento de más largo plazo sobre 44 de los 71 niños que participaron en el estudio anterior. Antes de la cirugía, a los seis meses y a los dos años, los padres respondieron un cuestionario sobre el sueño y la conducta de los niños. Los datos de largo plazo, informó el equipo, demuestran que las mejorías en el sueño y la conducta no se mantendrían exactamente igual en el tiempo, pero a los 2,5 años de la cirugía, todos los parámetros analizados, excepto los síntomas del trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), se mantuvieron mejor que antes de la cirugía. "El sueño seguía mucho mejor a los 2,5 años de la operación", dijo Wei a Reuters Health. Y "tres de cuatro categorías de medición de la conducta mejoraron de manera estadísticamente significativa con respecto a la evaluación prequirúrgica: la hiperactividad, la cognición/falta de atención, conducta oposicional", puntualizó Wei. La experta agregó que las mejorías conductuales superaron a las del sueño. Es importante, dijo la autora, que el estudio no tomó en cuenta el peso de los niños, que es un factor importante para determinar los beneficios de largo plazo. Si bien los beneficios infantiles de extirpar amígdalas y adenoides agrandadas son "cada vez más" reconocidos, "estamos ahora más preocupados de que según el peso del paciente, los beneficios no durarían", indicó Wei. Y el sobrepeso o la obesidad, señaló, "son factores críticos para determinar cuánto seguirá roncando un niño después de obtener buenos resultados quirúrgicos". "Es importante estudiar la relación entre el aumento del peso corporal y cómo éste modificará los beneficios obtenidos con la cirugía en ese grupo de niños", manifestó Wei. Algunos estudios hallaron que después de extirpar amígdalas y adenoides por la obstrucción de la respiración durante el sueño, algunos niños tienden a engordar. Eso se debería a una disminución de los movimientos inquietos y la hiperactividad. FUENTE: Archives of Otolaryngology-Head and Neck Surgery, 2009


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